Lo que necesitas saber sobre la humanización en perros

Lo que necesitas saber sobre la humanización en perros

En épocas anteriores (pero no muy lejanas), muchas familias relegaban a sus perros a lugares secundarios. Sin embargo, gracias a que hoy en día hay mucha más información y conciencia, han incrementado el respeto por los derechos de los animales y los cuidados adecuados para los peludos. 
Sin embargo, el amor que tenemos por nuestros lomitos también nos muestra otra cara de la convivencia perro-humano en la vida moderna: El riesgo de humanización. 
Humanizar a los perritos consiste en atribuirles características humanas que no corresponden con la naturaleza de la especie canina. Es decir, obligarlos a comportarse de acuerdo a necesidades y actitudes que pertenecen a los humanos y no a los perros. 
El principal  problema con la humanización es que al hacerlo estás restringiendo las conductas naturales de tu perrito, que no vienen de su personalidad, son intrínsecas de su especie. Y obligándole a hacer “cosas de humano”. 
Los perros tienen sus propias necesidades tanto físicas como emocionales y cognitivas y es importante tener esto en cuenta. 
Esto no significa que dejes de mimarlo y cuidarlo. Sin embargo, cientos de personas se han adueñado de este término con visiones erróneas y obsoletas. La peor parte es que se sienten en posición de juzgar a otros por “humanizar” a sus perros sólo porque les protegen y aman.
 
Así que hoy, en el rincón de los humanos, queremos empoderarte ante la ignorancia. ¿Cómo? ¡Con información útil! 

5 cosas que NO son humanización 

  1. Dejar que se duerma en tu cama o suba a los sofás: Es una decisión que debe tomar cada familia. Tu perro no será más o menos perro por subirse al sofá o dormir en tu cama. Tampoco es menos querido  por dormir en su cama o kennel. 

  2.  Ponerle abrigos y accesorios adecuados diseñados para perros: Proteger a tu perro del frío es cuidarlo. Igualmente, existen perritos a los que no les gusta la lluvia, por lo que usar un impermeable para perros también es una forma de cuidarlo. 

  3. Prepararle la comida: Hoy en día muchos perros siguen dietas crudas o cocidas muy específicas, recetadas por nutricionistas caninos, que necesitan preparación. Si es el caso de tu peludo, sigue haciéndolo. No estás humanizando a tu peludo por alimentarlo adecuadamente. 

  4. Preparando juegos para estimular su cerebro: Comprar o hacer juguetes adecuados para tu perro y tener espacios de juego con él,  tiene beneficios para su desarrollo cognitivo y emocional. ¡Sigue haciéndolo! 

  5. Llevarle contigo en viajes o vacaciones: Si decides que no quieres dejar a tu peludo una temporada donde algún amigo o familiar o incluso no te gustan los hoteles para perros, llévalo contigo. Eso sí, recuerda empacar todo lo que necesita y procura que tu destino cuente con espacios adecuados para que tu perro pueda mantener dentro de lo posible sus rutinas. 

Lo que sí es humanización y puede perjudicar la salud física y emocional porque de tu peludo es: 
  • Atribuir emociones como la culpa a tu perrito: Si le ves con cara triste o de miedo después de haber hecho algo “que no debía”, no es por culpa. El perro no siente culpa, pero posiblemente si siente temor de tu regaño o castigo. 
  • Lo abrazas muy seguido como muestra de cariño: Aunque tu perro te lo permite, los perros por naturaleza no abrazan y no disfrutan ser abrazados. Esta muestra de afecto es totalmente humana y puede generar ansiedad en tu peludo. 
  • Ponerle accesorios que no están diseñados para necesidades caninas, como lentes de sol, joyas, zapatos, disfraces, maquillaje, ropa con brillos o lentejuelas, tintes de pelo… No sólo son incómodos, pueden poner en riesgo la salud de tu perro. 
  • Darle comida “humana”: Su dieta y sus necesidades nutricionales son totalmente diferentes a las tuyas. Además muchos de los alimentos que  consumes, son tóxicos para tu perro y dárselos puede tener un resultado fatal
  • Higiene excesiva: Bañar a tu perro a diario y  limpiarle el ano, patas, orejas, etc diariamente, no es compatible con sus necesidades como especie y puede ser perjudicial para su salud. Igualmente, aplicarle colonias para tapar “su olor” puede generar incomodidad, su olfato está mucho más desarrollado que el tuyo. 

Algunas consecuencias de la humanización en perros pueden ser: 

Reactividad: La estabilidad emocional de un perro cuyas necesidades básicas están coartadas puede ser muy difícil. El no poder satisfacer sus necesidades como especie, puede generar frustración y desencadenar reactividad.
Ansiedad por separación: La humanización puede generar en tu perro una dependencia física y emocional tan grande que no sabrá gestionar tus ausencias. 
Estrés: Tal y como con la reactividad, el no poder seguir sus instintos (olfatear, ensuciarse, andar por lodo, lamerse, etc) puede generar frustración.
Miedo: La sobreprotección del humano puede coartar al perro en sus capacidades de interacción con entornos desconocidos, otros humanos y otros perros.
Esperamos que esta información te sirva como herramienta para mejorar la relación con tu perro y blindarte ante la humanización ¡Nos vemos la próxima semana!
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